Todo lo escrito dentro del desplegable se hizo 3 meses antes de la propia publicación de las fotos, y pese a que muchas cosas han cambiado, quiero dejarlo tal y como en su día lo redacté. 

Todo lo expuesto no tiene nada que ver con las imágenes, así que puedes pasar a verlas ignorando todo este tostón.

En cuanto a las fotos, espero que disfrutes.

 

Esto será raro. Todo esto que escribiré no tendrá nada que ver con las fotos que salgan.

Cuando tenía unos 14 años, creaba documentos, blogs, o lo que supiera, y escribía lo que pensaba. Lo leía una vez y luego olvidaba queriendo dónde lo puse, subí o hice con ello. Supongo que lo hacía porque me aburría o quería despejarme.

Hoy, por algún motivo, he decidido escribirlo aquí sin ánimo de que sea público, pero sí perenne en el tiempo. Y, si por algún casual alguien lo lee… no sé, si alguien lo lee no creo que cambie nada.

He llegado a casa después de lo que podría decir que es un buen día en compañía. Pero, la verdad es que hay muchas cosas que están cambiando. Tengo otro trabajo, otras preocupaciones y opiniones. Hasta ha cambiado un poco mi apariencia y percepción.

No sé cómo explicar lo que pienso, pero siento que no me siento. Siento que muchas de las cosas por las que me despertaba ahora no están, se han ido o han cambiado totalmente. No quiero darme pena, pero sí me preocupa. ¿Muchas de las pasiones? Desaparecieron. Otras vinieron, claro, pero me impacta que yo tenga este cambio. ¿Físicamente? He bajado de peso desde hace un año, incluso a veces más de lo que es saludable en mí, a raíz de otros problemas que no me dejaban dormir. He descuidado algunas cosas y curiosamente he cambiado de corte de pelo. ¿Sentimentalmente? Un bucle que a veces parece que se va a bifurcar, pero vuelve a encarrilar en la misma vía. Y no sé si es el motivo, la causa, o la solución a todo lo que me pasa. Es frustrante no saber definir palabras ni escribiéndolas. Lo dejaría como he dicho, no me siento.

Me da pena pensar en la posibilidad de que algunos sueños de vida se desvanezcan, acabe “acomodándome” en lo que siempre he llamado mediocridad y deje de resultarme a mí mismo interesante.

Por supuesto que hoy día me siguen apasionando muchas cosas; sigo disfrutando cada segundo de solucionar los problemas por mi cuenta. Sigo viviendo la informática y electrónica como el primer día. Mi pasión por la fotografía sigue latente, aunque distante por el tiempo que ahora tengo. Mi amor a la tranquilidad y al optimismo sigue salvándome de Dios sabe qué, y lo peor, de mí. El mundo del motor hace que me sienta vivo y lo veo como un hobby, un escape y un libro inmenso en el que nutrir mi conocimiento y sed de sabiduría; la adrenalina y el riesgo que me aporta me hacen valorar y a la vez despreciar el estar vivo. Disfruto aún los videojuegos, aunque de otra forma no tan intensa. Sigo dando amor incondicional a quien creo que lo merece.

¿Ves? Me intento convencer a mí mismo de que todo sigue igual de “bien” en mi cabeza. Supongo que todo el mundo lo hace. Pese a eso, me sigo sintiendo vivo, o mejor dicho, en vida. Sigo riendo por mil cosas y también a veces llorando hasta que siento ese nudo cortante en mi garganta y generando esos pensamientos negativos, auto culpables y destructivos; odio los motivos de cada vez que pasa, pero genuinamente me “gusta” que me pase… me hace sentir que aún no estoy totalmente vacío y todavía hay algo de sensibilidad en mi cabeza.

Aquí estoy, en mi escritorio frente a la fría luz de mi monitor y con canciones en modo bucle en mis cascos, pensando que todo ha cambiado, pero realmente nada ha cambiado. Todo es igual, pero en otro contexto, como si una película de comedia y otra de terror tuvieran el mismo guion.

Si tuviera la posibilidad de pedir un deseo, sería volver en el tiempo a los momentos en los que no debí hacer ciertas cosas o hacerlas de mejor forma. Supongo que es una forma de ser cobarde y no afrontar algunos problemas, pero si pasara, todo sería totalmente diferente a lo que ahora llamo “normal”.

Soy un lío, yo mismo lo sé. Me gustaría ser más… “simple”. Preocuparme por beberme una copa el fin de semana, hacer mi dosis diaria de aportación a redes sociales como si a alguien le importara mi vida, ir a eventos sociales que realmente no disfruto, ser amable falsamente para quedar bien, ser “amigo” de todo el que me invite a una cerveza para luego no volver a cruzar palabra y ser totalmente egoísta cuando el momento se pone difícil.

Me entristece el alma ilusionada de mi yo de 14 años decir eso, pero pienso que esa gente vive una vida más ignorante y feliz. Y ojo, no tengo nada en contra de ese pensamiento, al revés, lo envidio a regañadientes. Yo me preocupo por cosas a largo plazo, por triunfar económicamente, por amar a la misma persona hasta el fin de mis días y por tener una vida próspera que llenar de pequeños recuerdos y saber que dentro de mis posibilidades, hice lo correcto. Es muy difícil mirar tan arriba cuando el cielo está tan alto y yo a ras de suelo.

Honestamente, sé que si quiero eso me queda mucho camino por recorrer. Debo cuidarme físicamente, debo sanar sentimentalmente las cicatrices que aún tengo y coser las heridas abiertas a día de hoy. Debo volver a hacer funcionar mi cabeza con todas esas ideas de cosas nuevas, negocios, perspectivas y opiniones que hasta hace poco tenía. Debo cambiar hábitos y ordenar mi cabeza, prioridades y necesidades.

Y pensar que hace relativamente poco hubo un momento en el que dije “sí, ahora sí va todo bien y soy totalmente feliz”. Guau… como cambia la vida, Jose, ahora tienes 24 años, la cabeza por lijar, pintar y barnizar y has perdido totalmente la trayectoria del barco.

Llegado este punto creo que estas mil palabras anteriores no tienen sentido, pero tengo la esperanza de que cuando este texto esté online me sirva para ver si hay algo que ha mejorado, o no…

Sea como sea, seguiré avanzando, no me queda de otra.

Espero que cuales sean las fotos de este post te gusten, y si has leído todo, comprendas que cada persona tiene un mundo entero en su cabeza y no nos importa lo que le pase al vecino. No te juzgo, yo hago lo mismo, suficiente tengo conmigo como para preocuparme de lo que escribe alguien en una web perdida de internet.